POR: JORGE ENRIQUE PAVA QUICENO
Para el 10/11/20, Carlos Mario Marín convocó a un Facebook Live con el supuesto motivo de explicar las razones de los constantes cambios en su gabinete. En esta intervención, se limitó a leer un comunicado en el que quedó en evidencia su incapacidad para coordinar la lectura de los libretos que le escriben, y la incoherencia entre lo que ésta administración pregona y lo que verdaderamente ejecuta.
Por esto, me permito hacer una réplica al texto balbuceado por el alcalde:
- Habla de que se han tejido suspicacias por los numerosos cambios en el gabinete, y que su silencio ha provocado confusión en la solidez de su equipo de gobierno. Carlos Mario: su silencio no ha generado suspicacias; los hechos han revelado la realidad de una administración improvisada, fallida, incoherente, trágica, grotesca, inhumana, abusadora, prepotente y perversa. Por lo tanto, la solidez que dice estar confusa no existe, simplemente porque en medio del caos es imposible que exista una administración sólida.
- Habla de procesos estrictos de selección de sus funcionarios. ¿Ceñidos a qué? ¿Cuáles son los códigos, condiciones, rigidez y cualidades que se exigen? Solo los que mande Jorge Arturo Espejo Rivas permanecen, porque los demás hacen valer su dignidad y dimiten.
- Habla de que recibió la alcaldía con muchos desórdenes administrativos y que la encontró muy golpeada. ¿Después de 310 días de mandato será viable escudar su ineptitud en lo que recibió sin mayores observaciones? ¿No estará más golpeada hoy, después de los constantes saqueos a los que ha sido sometida?
- Dice que con paciencia y amor ha sostenido un diálogo con sus funcionarios. ¿Será por eso que lleva 12 renuncias en su gabinete; varias demandas laborales; pleitos con sindicatos; y una “chusma” burocrática golpeada, atropellada, maltratada, vejada e irrespetada?
- Dice que antes de la pandemia bajó a dialogar y a “tocar” los funcionarios para celebrar el día de la madre y del padre. ¿Acaso celebró esos días antes del mes de marzo? ¡Le puede a Usted la mitomanía, alcalde!
- Dice que “esta administración no la repartimos” y por eso los huérfanos del poder hoy lo atacan. Usted sí repartió la administración, alcalde. Solo que lo hizo entre unas pocas familias que descaradamente se apoderaron del municipio y siguen abusando de su poder y apropiándose de las empresas más sólidas y rentables.
- Dice que su administración no hace parte de los cacicazgos políticos tradicionales. Tal vez, alcalde: porque Usted instauró un nuevo cacicazgo más letal, perverso, codicioso y lesivo: el cacicazgo de los Espejo cuya ambición es desmedida y sus escrúpulos demasiado escasos.
- Dice que los huérfanos de poder son criminales de la palabra; que quieren la chequera para hacer política; que lo atacan vilmente; que desinforman, buscan desestabilizar y prácticamente son los culpables de su desastre administrativo. ¡Por Dios, alcalde! Piense en Usted mismo hace un poco mas de un año: su blanco eran los que ostentaban el poder, por el hecho de tenerlo; hoy son los que no lo ostentan, por el hecho de no tenerlo. En resumen: el lado de los buenos siempre es el suyo. ¿No será que la vida le está devolviendo en su justa medida los oprobios, dramas mediáticos, persecuciones, acusaciones infundadas, alharacas, berrinches, desinformación, desestabilización y mezquindad? ¡La ley de la compensación existe, y es inclemente!
- Habla de procesos licitatorios en esta administración como no se veían antes… ¡Claro! Antes no se veía tanto descaro y desvergüenza. Hoy los organizan los sastres Espejo y los direccionan hacia esa mafia que se apoderó la ciudad.
Carlos Mario: haría Usted muy bien en conservar su silencio, pues le hace más daño salir a leer libretos escritos por sus asesores quienes, sinceramente, más parecen sus enemigos. Su capital político está en serio riesgo, así el económico termine con un crecimiento exponencial. Lo que está haciendo con el municipio lo va a llevar a una ruina interna personal imposible de recuperar; y junto a esa ruina personal, estará la ruina de esta amada ciudad. Manizales no se merece este trágico destino. ¡No más mentiras, alcalde, por favor! ¡No somos tan estúpidos como nos creen!
Hasta aquí mi réplica.
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